Cine ruso
Cine ruso Corto tiempo pasó luego de que el cine, inventado en Francia, llegara a la extensa Rusia. En 1896, un año después de que los hermanos Lumiere grabaran La Llegada de un Tren a La Cioat, -un corto de 50 segundos que marcó oficialmente el inicio de la cinematografía en el mundo- los rusos hicieron lo propio con una grabación de la coronación del Zar Nicolás II en mayo. Desde entonces y hasta comienzos de la era soviética, las industria fílmica creció aceleradamente produciendo una buena cantidad de películas, entre las que se destacan Stenka Razin de 1908 (el primer cortometraje filmado), y La dama de picas y El padre Sergio, dirigidas por Yákov Protazánov y basadas en las obras homónimas de Pushkin y Tolstói respectivamente. |
El Acorazado Potenkim
|
El Cine en la era soviética Luego del establecimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el cine que cubría la geografía de éstos países despegó de forma alarmante. Ahora bien, no se debe confundir al cine de Rusia con el cine Soviético. El primero es el desarrollado dentro de la República Rusa, y el segundo dentro de todas las naciones de la Unión. Vladimir Lenin tuvo clara la importancia del cine desde que asumió el poder. De hecho, al poco tiempo de hacerse cargo del país dijo su famosa frase «de todas las artes, el cine es la más importante para nosotros». Y es que el uso de las películas como instrumento de propaganda y educación marcó los casi sesenta años de historia que duró el comunismo en Rusia. A comienzos de los años 20 el Gobierno se propuso profesionalizar a las personas activas en la industria del cine y creó escuelas de dirección, actuación y para técnicos de audio o video. Gracias a ello, cineastas como Sergei Eisenstein forjaron una solida carrera que lo hace aún en el presente uno de los referentes del cine mundial. Entre sus filmes más reconocidos están El Acorazado Potenkim (1925) –quizá su más famosa película- y ¡Viva México! (1932), una producción que vio la luz después de innumerables problemas. Al igual que Eisenstein, famoso por revolucionar el cine gracias a su concepción del proceso de edición, otros directores también innovaron en este arte. Por ejemplo Dziga Vertov cambió el género del documental con su filme El Hombre con la Cámara en 1929. |
La llegada del sonido y la Segunda Guerra Mundial La década de los 30 marcó el fin del cine mudo, y con ello, el régimen de Stalin aprovechó aún más el séptimo arte como medio de propaganda. La película El camino a la vida fue la primera cinta rusa con sonido que tuvo gran éxito en los países de la URSS y además fue adquirida por otros 26 países de fuera del area sovietica También los filmes biográficos sobre los héroes del comunismo tuvieron apoyo masivo por parte de las autoridades y el público. Películas como Lenin en Octubre (1937) y Lenin en el año 1918 (1939) de Mihail Romm gozaron de gran aceptación e impusieron un nuevo estilo biográfico a la hora de hacer cine. Al entrar Rusia en la Segunda Guerra Mundial la industria se volcó de nuevo a la propaganda, esta vez para apoyar a las tropas nacionales que luchaban en el conflicto y construir una ‘demonizada’ imagen de la Alemania nazi. En aquellos años, los documentales fueron la carta principal del cine ruso en el mundo, y la cinta Moscú Contraataca (1942) de Leonid Varlamov se convirtió en la primera película rusa en ganar un Premio Óscar. |
Mikhail Romm |
Cuando Pasan las Cigüeña |
La muerte de Stalin: aires de libertad. Con el fallecimiento de Stalin en 1953, el cine y otras artes disfrutaron de una disminución gradual de la censura, lo que permitió a los directores dejar de lado la influencia propagandística que deberían tener sus películas para enfocarse en hacer productos más artísticos. Así, filmes como Cuando Pasan las Cigüeñas, dirigida en 1957 por Mijaíl Kalatozov lograron distribución en otros países europeos, y ésta película en particular ganó en el Festival de Cannes. De esa forma, la etapa comprendida entre 1950 y 1970 fue caracterizada por películas sobre heroicas hazañas de la Guerra Mundial con cintas como La balada del soldado, dirigida en 1959 por Grigori Chujrái o El Destino de un Hombre, del mismo año y dirigida por Serguéi Bondarchuk. Por la misma época las comedias también comenzaron a hacerse un camino en el cine de Rusia, y películas como Kin-dza-dza!, una historia de ficción dirigida por Gueorgui Danelia en 1986 lograron asombroso éxito. En particular Kin-dza-dza! se convirtió en una película de culto alrededor del mundo.
|
Fin de la era soviética. La crisis económica que marcó el final de la URSS repercutió drásticamente en la industria cinematográfica de Rusia. El apoyo estatal al cine disminuyó considerablemente y la industria privada apenas comenzaba a establecerse, por lo que ni si quiera se pensaba en el apoyo al séptimo arte. Sin embargo algunos soñadores como Nikita Mijalkov continuaron filmando, y su película de 1994, Quemado Por el Sol, que contaba las complicadas condiciones sociales de la Rusia en la época de Stalin, ganó el Gran Premio en el Festival de Cannes y el Óscar como Mejor Película Extranjera. En los últimos años la industria comienza a ver una lenta pero segura recuperación gracias a la inyección de capital y un mejor sistema de distribución para hacer contra peso a las producciones de Estados Unidos. Una de las más prominentes cintas fue El Regreso, lanzada en el 2003 y dirigida por Andréi Zviáguintsev, que ganó un León de Oro en el Festival de Cine de Venecia. Entre otros éxitos recientes del cine ruso se encuentran Guardianes de la Noche de Timur Bekmambétov en 2004. |
Quemado Por el Sol |